En todos las estaciones de tren de Suiza, todas y cada una, sin excepcion, desde Zurich hasta Ginebra pasando por Lausana, Berna o Maienfelden (el pueblito de Heidi) existen unos relojes con cuadrante blanco, sin cifras ni numeros romanos, que indican todos exactamente la misma hora.
Esto parece una boludez, dicho asi, otro tal vez me dira, bueno, es el pais de los relojes; pero yo les digo, que es exactamente la misma hora, en todo el pais, con una precision de un segundo. Es asi; cuando el segundero de un reloj en Zurich indica que el minuto se termino y que son las dos de la tarde con cero minutos en punto, lo mismo sucede en cualquiera de las miles de estaciones de tren de los Ferrocarriles Federales Suizos, al unisono.
Es bastante simple como funciona esto. Los relojes estan coordinados (todos ellos) por una señal proveniente de dios sabe donde. Los segunderos dan la vuelta completa del cuadrante en solamente 57 segundos (es raro verlo en funcionamiento, puesto que van mas rapido de lo que deben, en realidad); los tres segundos restantes se quedan esperando la señal; cuando la señal llega, el minutero avanza un minuto y el segundero vuelve a empezar su carrera. Las agujas de los minutos avanzan de a saltos, no de manera continua como sucede habitualmente, mientras que la de los segundos avanzan de manera continua, y no de a saltos, como sucede habitualmente.
Pero igual, los trenes suelen tener retraso de todas maneras. Y la gente se enoja.